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La administración Biden se está preparando para anunciar que el presidente Joe Biden bloqueará la adquisición por 14,9 mil millones de dólares de U.S. Steel por Nippon Steel debido a preocupaciones de seguridad nacional, según fuentes familiarizadas con el asunto.
La decisión, que se espera sea anunciada tan pronto como esta semana, se produce en medio de una creciente oposición bipartidista al acuerdo y podría tensar las relaciones con Japón, un aliado clave de Estados Unidos.
U.S. Steel ha advertido que, sin un acuerdo con Nippon Steel, con sede en Japón, miles de empleos sindicales en EE. UU. podrían estar en riesgo. La empresa también ha insinuado la posibilidad de cerrar algunas de sus plantas de acero y trasladar su sede fuera de Pensilvania, un estado crítico para las próximas elecciones presidenciales de 2024.
Tanto Nippon Steel como U.S. Steel han afirmado que no han recibido ninguna actualización del Comité de Inversión Extranjera en los Estados Unidos (CFIUS) sobre el acuerdo y mantienen que este no representa ninguna amenaza para la seguridad nacional.
La adquisición ha generado críticas tanto de demócratas como de republicanos. La vicepresidenta Kamala Harris, que se postula para la presidencia, y el candidato republicano Donald Trump han expresado una fuerte oposición, enfatizando la necesidad de que U.S. Steel permanezca bajo propiedad estadounidense.
Pensilvania, un estado pendular vital para las elecciones de 2024, se ha convertido en un punto focal en este debate, con ambos candidatos abordando el tema con frecuencia allí.
Si bien el panel de CFIUS aún no ha recomendado formalmente una decisión al presidente Biden, la Casa Blanca ha reiterado la opinión del presidente de que “las compañías de acero estadounidenses deben ser de propiedad estadounidense”.
En respuesta a la creciente oposición, los empleados de U.S. Steel se manifestaron frente a la sede de la compañía, instando a los políticos a considerar el impacto económico potencial y la pérdida de empleos si se bloquea el acuerdo.
“Queremos que los líderes electos y otros tomadores de decisiones clave reconozcan los beneficios del acuerdo, así como las consecuencias inevitables si el acuerdo fracasa”, declaró el CEO de U.S. Steel, David Burritt.
Nippon Steel se ha comprometido a invertir más de 2,7 mil millones de dólares en instalaciones sindicalizadas en Pensilvania e Indiana si la adquisición procede. Sin embargo, U.S. Steel ha dejado claro que no haría los mismos compromisos financieros si el acuerdo no es aprobado. La adquisición ya ha obtenido todas las aprobaciones regulatorias necesarias fuera de Estados Unidos y el respaldo de los accionistas de U.S. Steel. La decisión final ahora recae en las autoridades regulatorias de EE. UU.