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Boeing presenta una denuncia de prácticas laborales desleales ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales (NLRB) contra el sindicato que representa a sus trabajadores en huelga en las fábricas de la costa oeste, acusando al sindicato de no negociar de buena fe.
Este movimiento refleja las crecientes tensiones y frustraciones en la disputa laboral en curso, ya que alrededor de 33.000 miembros del sindicato continúan en huelga por quinta semana, lo que añade presión financiera a la ya debilitada empresa aeroespacial.
Fuente de la imagen: The Malaysian Reserve
A principios de la semana, Boeing retiró su última oferta salarial a la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales (IAM) después de dos días de negociaciones con mediadores federales, citando la negativa del sindicato a considerar seriamente las propuestas de la empresa. En su denuncia ante la NLRB, Boeing también afirmó que los líderes del sindicato tergiversaron su oferta a los miembros y enviaron negociadores sin autoridad para cerrar un acuerdo.
Boeing acusó al sindicato de “negociar de mala fe” y de engañar al público, lo que dificulta la resolución del conflicto. En respuesta, el sindicato ha criticado la negativa de Boeing a superar su “mejor y última” propuesta de un aumento salarial del 30% en cuatro años, una oferta que se hizo después de que comenzara la huelga. El sindicato rechazó la oferta de Boeing sin someterla a votación y anunció planes de consultar nuevamente a los miembros.
El presidente de IAM 751, Jon Holden, dijo a Reuters que la oferta revisada de Boeing incluía cambios “escasos”. El sindicato no respondió de inmediato a más solicitudes de comentarios. El mes pasado, el 90% de los miembros del sindicato votaron en contra de un aumento salarial del 25%, mientras el sindicato presionaba por un aumento del 40% y la restauración de una pensión de beneficio definido, que se había abandonado en 2014.
La huelga ha detenido la producción del modelo más vendido de Boeing, el 737 MAX, y de otras aeronaves clave, incluidos los modelos 767 y 777. Boeing reiteró su compromiso de llegar a un compromiso, pero la empresa decidió, con reticencia, presentar el cargo ante la NLRB en respuesta a las acciones legales del sindicato, con el objetivo de proporcionar una imagen más clara de los hechos recientes.
Fuente de la imagen: The American Prospect
El mes pasado, IAM 751 también presentó una denuncia de prácticas laborales desleales contra Boeing, aunque no se ha anunciado ningún fallo.
El secretario de Transporte de EE. UU., Pete Buttigieg, se pronunció sobre el tema, subrayando la necesidad de una solución. “La solución será una que apoye a los trabajadores y sea compatible con el éxito de la empresa”, dijo Buttigieg, señalando que con “cada día que pasa” se vuelve más crítico que ambas partes lleguen a un acuerdo.
Mientras tanto, 30 demócratas de la Cámara enviaron una carta al CEO de Boeing, Kelly Ortberg, y al sindicato, instando a ambas partes a negociar de buena fe para alcanzar un acuerdo contractual justo y oportuno.
Para conservar efectivo, Boeing ha suspendido temporalmente a miles de trabajadores administrativos y ha detenido la mayoría de los pedidos de piezas, excepto para el 787, que se produce en Carolina del Sur. La empresa también enfrenta el riesgo de perder su calificación crediticia de grado de inversión debido a la prolongada huelga.
